miércoles, 8 de septiembre de 2010

Leyendas de Apurímac


La Leyenda del Duende y El Hombre

Cierta vez un hombre llamado Jorge que vivía en Chalhuanca junto con su esposa; quienes tenían una casa, una tienda en dicha ciudad y una chacra de gran extensión, situado en Acobamba, donde tenían animales como ovejas toros, chivo, vacas.

Un día el hombre fue cabalgando a su chacra a cuidar a sus animales, donde se quedó hasta que anocheciera, don Jorge pensó ir a su casa prendiendo la linterna, subió a su caballo y emprendió su viaje, en pleno viaje la linterna se descompuso. Jorge bajó del caballo a reparar la linterna golpeándola en una piedra. De repente, un duende pasó muy cerca de él y se escondió, Jorge volteó no vio nada, solamente unos arbustos y algunos árboles, nuevamente el duende se movió, pero al voltear tampoco vio nada, siguió golpeando la linterna pero no prendía nuevamente escucho un ruido, vio algo pequeño acercándose luminosamente hacia él. Don Jorge se asustó luego algo extraño sucedió no oía nada más que las palabras del duende que decía: “Me entregarás mañana en pleno alba, una de tus más bellas ovejas; si no me la entregas, todos, pero todos tus animales desaparecerán y no habrá ningún rastro de ellos”, el hombre se espanto por lo que le había dicho. subió presurosamente a su caballo y se marchó.

En casa, su esposa preocupada dijo: “no viene y ya es muy tarde, ¿Qué le habrá pasado?”; pocos minutos después lo vio venir, al llegar a casa la esposa de Don Jorge desesperada le dijo: ¡ Que te pasó Jorge ¿ Por qué llegas a estas horas?!, Don Jorge no pudo escuchar casi nada por que se había quedado sordo, pero le dijo: “mujer estoy sordo, cuando venía de la chacra en medio camino me topé con un duende, se me acercó y me puse sordo más que su voz” y me dijo: “si mañana al amanecer no me entregas la oveja más linda que tengas haré desaparecer todos, pero todos tus animales y no encontrarás ni un rastro de ellos”, la esposa contestó: “¿Va a desaparecer nuestros animales? ¿Un duende?, vamos viejo ve a acostarte”.


Don Jorge se fue a acostar, no pudo dormir durante toda la noche; Don Jorge se levantó muy temprano y empezó a buscar la oveja más linda, la encontró y se la llevó rápidamente hacia su chacra; al encontrarse con el duende le entregó la oveja, el duende le dijo: “has salvado a tus animales, ahora puedes irte”; Don Jorge se fue alegre por que ya no iba a desaparecer sus animales.


Frederick Flores Fernández.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonita leyenda